Los mitos son mitos. Hay determinadas leyendas que conviene desterrar cuanto antes en relación a aquellos jugadores profesionales del póker online que se convierte en millonarios en apenas un par de partidas. No existe ese escenario tan idealizado por aquellas personas que se manejan, con mayor o menor soltura, con los naipes. La vida de los profesionales del póker no es tan sencilla como se deja ver en determinados canales comunicativos. Son personas que adquieren esa profesionalidad después de muchos años de duro esfuerzo y continuo aprendizaje; que se ven obligados a emigrar a otros países (fuera de España) y cuya profesión aún no se considera como deporte, a pesar de mantener una vida como verdaderos deportistas de élite.
El póker, un juego con muchos años de historia, atraviesa una segunda juventud merced a los apoyos dados a través de una acertada relación con las nuevas tecnologías. Estas innovaciones han permitido al póker aumentar su popularidad entre las nuevas generaciones y permitir a aquellos usuarios más avezados con los naipes a competir en torneos en cualquier parte del mundo sin necesidad de moverse del salón de su casa. Asimismo, diferentes empresas y medios de comunicación televisivos han contribuido a una enorme difusión del póker mediante la retransmisión de los torneos oficiales más importantes que se celebran en las mesas de los casinos de referencia de Las Vegas o de países de Asia.
Como consecuencia de todo lo anterior, cada vez hay un mayor número de jugadores póker que sueñan, de manera errónea, con convertirse en jugadores profesionales del póker. No es tan sencillo y no todos alcanzan ni siquiera el grado de profesionales de este antiguo juego de cartas. Ya se avanzaba anteriormente, pero de manera más profunda indicaremos que una persona que figura entre los mejores sobre este juego de naipes tuvo que comenzar su carrera a una edad muy temprana y que no ha tenido ningún tipo de suerte (más allá de alguna buena mano en el momento oportuno), pues el azar apenas tiene una cuota de protagonismo.
Vida de deportistas
El póker, a diferencia de otros juegos, basa el éxito de sus jugadores en el aprendizaje de éstos. A saber: conocerse todas las combinaciones posibles (y hay unas cuantas); a plantear una adecuada estrategia; a tener una considerable agilidad mental; a ser capaces de adaptar estrategias durante el desarrollo de una partida; a saber, cómo gestionar las emociones y sensaciones, ya que un jugador de póker debe ser frío y calculador; y el tener una mente ágil de reflejos y con un gran dominio del cálculo. Como ven, un jugador de póker puede nacer y tener algo de suerte, pero todo se basa en un aprendizaje. De hecho, hay varias escuelas sobre este juego, en donde se enseñan todos los entresijos del mismo a los futuros aspirantes a profesionales del póker.
Como ven en las características enumeradas anteriormente, la vida de un jugador de póker se asemeja a la de un deportista de cualquier tipo de disciplina deportiva. La dedicación a su profesión debe estar por encima del resto de asuntos que le rodean, al tiempo que también debe disponer de una excelente forma física. El cansancio suele aparecer durante toda partida de póker de altos vuelos y si ese factor hace su aparición puede decantar cualquier estrategia a favor o en contra de los intereses de un determinado jugador. Y sí, ese mito del jugador de póker que se ve en muchas películas existe. Los profesionales se enfrentan a encuentros con los naipes que duran varias horas y donde hay que tener una excelente condición física para evitar que el factor cansancio haga estragos y eche al traste una excelente mano.
Reflejado este panorama, es el momento de cerrar esta presentación sobre la vida de un profesional del póker mencionando que éstos están abocados a irse de España si desean hacer una óptima carrera profesional, y eso que el póker online creció en un 36 por ciento en España durante el último ejercicio (los últimos datos son del año 2020), según indica un estudio elaborado por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), que es el organismo que se encarga de regular todo lo relacionado con el juego en España.
Férrea fiscalidad
Este organismo, así como aquellos ministerios involucrados en la elaboración normativa sobre los juegos en España, aboca a los profesionales de sector a emigrar a otros países en donde disponer de mejores oportunidades de crecimiento y, sí, como muchos estarán pensando, en materia de declarar los ingresos obtenidos en un determinado torneo, y que, por cierto, se celebran (salvo el caso de Barcelona) en el extranjero. Desde 2012 se estableció por ley que los jugadores españoles no podían enfrentarse a jugadores extranjeros en partidas que se celebren en España, lo que les obliga a irse a otros países como Gran Bretaña, Malta o Estados Unidos. Las oportunidades no se dan en España, ni para aquellos profesionales oriundos ni tampoco como método de atraer talento y, por consiguiente, inversiones.
A este futuro tan escaso se une la normativa en materia de regulación de las ganancias, en donde la Agencia Estatal de Administración Tributaria se encarga de fiscalizar de manera importante a los profesionales del póker. No ya en cuanto al porcentaje a pagar de un determinado premio, sino también cuanto se iba a perdidas si una partida de cartas no finalizaba como deseaba el jugador. Siempre había que tributar, circunstancia que siempre suele ser más benévola cuando se traspasan las fronteras españolas.
Por todo ello, muchos profesionales del póker reclaman, más allá de la organización de torneos de cierto renombre, el ser considerado como deportistas (hay bastantes semejanzas) o con un trato similar al que reciben otros profesionales de juegos mentales (como el ajedrez). De esta manera, ellos mejorarían en materia de fiscalidad de sus ingresos e incluso podrían realizar carrera en España, aparte de viajar al extranjero como sucede con otras personas que deciden medir su nivel de conocimientos o habilidades.